segunda-feira, 4 de maio de 2009

Para o meu coração basta o teu peito,
para tua liberdade bastam minhas asas.
De minha boca chegará até o céu
o que era adormecido na tua alma.


(Neruda, décimo segundo poema de "20 poemas de amor e uma canção desesperada")

Para mi corazón basta tu pecho,
para tu liberdad bastan mis alas.
Desde mi boca llegará hasta el cielo
lo que estaba dormido sobre tu alma.

Es en ti la ilusión de cada día.
Llegas corno el rocío a las corolas.
Socavas el horizonte con tu ausencia.
Eternamente en fuga como la ola.

He dicho que cantabas en el viento
como los pinos y como los mástiles.
Como ellos eres alta y taciturna.
Y entristeces de pronto, como un viaje.

Acogedora como un viejo camino.
Te pueblan ecos y voces nostálgicas.
Yo desperté y a veces emigran y huyen
pájaros que dormían en tu alma.